Un chico simple
Yo era un chico bastante simple, como los que cruzáis todos los días por las calles.
No tenia nada en especial.
Hice tonterías, nada grave, como cualquiera… Como cualquier chico normal (lo siento no fui jefe de banda ni maté a nadie).
Mis padres tenían una tienda de bebidas (refrescos, vino, cerveza etc) y, a veces, trabajaba con ellos después del cole.
Hubiera podido seguir con la tienda, tener una vida tranquila…
Pero me faltaba algo más profundo, algo que me quemara por dentro… Algo real, algo muy especial…
¡El descubrimiento de un tesoro increíble!
Un día, en el cole, participé a una colecta de viejos papeles, periódicos, revistas.
Llegué a una casa un poco fuera de lo común, tenía como columnas griegas en la entrada.
Lo que yo no sabia es que, en esa casa, vivía una familia (que yo no conocía) quien oraba por mi a menudo.
Cuando entré, no creí lo que vieron mis ojos: ¡Como se podía estar lo bastante loco como para tirar un montón gigante de comics!
Se llamaban “Tournesol”.
Los empecé a leer y algo me llamo la atención: Todos hablaban de Dios…
¿Dios? Sabía que era algo que se comentaba en unas casas con campanas en el tejado, siempre cerradas, una cosa para religiosos o una secta pero no entendía que se podía hablar de Dios en un… comics… (¿¡?!)
Sentí entonces una dulce voz que me susurraba al oído, llena de paz “Lee, es bueno para ti”.
Día tras día, devoraba los comics que hablaban del evangelio, del increíble y gran sacrificio de Jesus para mí.
Dios en persona estaba en mi habitación (El esta en todas partes en realidad).
Le dije “toma mi vida, no es gran cosa, pero te la doy”.
Desde entonces, mi vida no ha vuelto a ser la misma…
Nuevas dimensiones, un mundo espiritual (paralelo).
Me compre una pequeña Biblia y descubrí a Dios como un amigo, ¡pasaba horas buscándolo y descubriendo nuevas dimensiones y viviendo cosas locas!
En 1989, mi vida cambio positivamente, tomó un sentido profundo, tenia 15 años.
Fue el principio de una vida llena de aventuras (no exagero) que no puedo contar, otra vez a lo mejor…
Alain empieza los comics
Solo, con nada…
En una reunión de jóvenes en la iglesia, un orador hizo un llamado: “Todos tenemos talentos… ¿Quién quiere ponerlos al servicio de Dios? ¡Pues, que se levante!”.
Estaba en el fondo de la sala, pensando… “Sinceramente, no me parece tener ningún talento en especial, solo una colección de malas notas en la escuela…”
No tenía una formación particular, ni un oficio.
Esa noche, fui uno de los únicos en levantarme y le dije a Dios: “Señor, no sé hacer nada, no tengo nada, te doy todo, haz algo…”
Al final del encuentro, el orador (ya me había fichado) me dijo:
– Pues, dime ¿Cuál es tu talento?
– No sé, no tengo ninguno en especial, pinto en mi cuaderno de matemáticas… a lo mejor, podría dibujar comics…
– Bueno ¿Es ese tu don? ¡Okay! ¡Vamos a orar para ti!
– Ah bueno, ¡Okay!
No quería estropearle su reunión.
El fuego
Quería compartir con todos lo que había descubierto, lo que llenaba mi vida.
Quería transmitir a los demás la felicidad y la esperanza que llenaban mi vida.
Empecé a dibujar día y noche.
Entré en la escuela de Arte (fue difícil para mi porque no era talentoso) y salí cinco años y medio más tarde con el diploma de “grafista”.
¡Cae del cielo!
Depuse, decidimos, con mi esposa, que era tiempo de consagrarme enteramente al dibujo.
Al principio, dibujé para varios periódicos…
Pero, más pintaba, mas nuestra cuenta en el banco disminuía…
Sin embargo, sabíamos que lo debíamos al mundo, que estábamos haciendo algo importante para la gente.
No existía nada similar.
De mutuo acuerdo con mi esposa, decidimos que no hablaríamos de nuestros problemas de dinero a nadie, solo a Dios.
Solo delante de un frigorífico vacío
Una mañana, abriendo el frigo, viéndolo casi vacío me asusté:
– … Pero ¿Soy inconsciente? ¿Dios puede realmente intervenir para darnos de comer?
Viví todo ese día en la inquietud. Felizmente, llego la noche y descubrí este texto en la Biblia:
“No os afanéis, pues, diciendo : ¿Qué coméremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro padre celestial sabe que tenéis nececidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y sus justicia, y todas estas cosas os seran añadidas”.
Mateo 6. 31-33
Pedí perdón a Dios por mis inquietudes, y le di las gracias porque El nos iba a traer de comer mañana.
Me dormí con la paz en el corazón.
Al amanecer, un hombre mayor estaba delante de nuestra puerta con los brazos llenos de comida.
Comimos muy bien ese día y los siguientes.
Durante, 7 años ¡Dios nos alimentó!
Podría multiplicar los ejemplos, pero, sigamos nuestra historia.
Perdiendo coraje…
Dos mese antes de terminar mi primer comics, tuve ganas de dejarlo todo.
Nunca nos falto un plato de comida, es verdad… pero, con mis zapatos rotos, mis pantalones gastados, un abrigo militar (que bien me calentaba por cierto), parecía un callejero.
La mirada de los demás me pesaba.
La gente alrededor nuestra iba de vacaciones, tenía un coche (por lo menos, uno), tenía televisión y compraba lo que quería.
Nosotros no teníamos nada de todo eso.
Y para colmo, nacían tensiones entre Eliane y yo.
Aunque seguía hiendo a la iglesia con frecuencia, perdí el gusto de orar.
¡Ay, este diablo!
Un día, caminaba por el bosque, “el diablo” se “inquieto” de mi y me hizo pensar: “Abandona todo, deja a tu mujer, tus dibujos, tu Dios.
De todas maneras, no eres un buen cristiano” (¡Como si el hecho de dejar a Dios iba a cambiar gran cosa!).
Si, lo podía haber dejado todo, pero a Jesus, nunca.
Al pasar de estos años, mi amistad con el era lo mas valioso para mi.
Y me dije “Estoy arto, ¡!#*@!!, tengo que terminar con estas ideas negras, oraré hasta que vuelva mi paz interior.
Dios vino al momento en que tomé esa decisión.
Volví a sentir su paz en mí.
En ese momento, tres o cuatro personas que no conocía muy bien, vinieron a verme para decirme que habían sentido que tenían que orar para cinco personas en el país y que yo era… una de ellas ¡Parecía increíble!
La llamada telefónica
Por esas fechas, el teléfono sonó y una persona que no conocía me comento algo que me pareció bastante extraño:
– Estimado Señor, no me conoce, he tenido una visión de usted hablando a una multitud de jóvenes, ¿Que debo hacer para usted?
No me creía lo que estaba pasando y balbuceando le dije:
– Pues no sé, ¿Cual es su oficio?
–Soy director de una empresa americana.
– ¡Ah! En ese caso, déjeme 17 000 $, (no sé ni cuantos dólares son) que pueda imprimir mi comics…
Pensó un momento y contestó:
– Le vuelvo a llamar en unos días…
Unos días más tarde me llamo y me dijo: ¡Okay!
Mi primer comics“¡Ay! Dios Mío” fue lanzado en auto edición y rápidamente fue un gran éxito de librería.
Le siguió otro comics: “Marcel”, “robi”, también disponible en íngles.
“¡Ay! Dios Mío 2” y “Willy Grunch” (Que ha ganado tres premios en el congreso Internacional cristiano en Albukerque), “¡Ay! Dios Mío 3” y “Las vacaciones de Marcel”.
Recibí tres veces el primer premio del International Christian Comic Book Festival en Angoulem, Francia (Es el mayor festival de ellos en Europa).
Al día de hoy, mas de 100 000 ejemplares han sido vendidos en Europa.
Algunos libros han sido publicados en China, en los Estados Unidos y en muchos otros países, que nunca podría haber imaginado…
Ya sé que hay muchos artistas con mas talento que yo.
Regularmente recibo muchos mensajes de gente que no puede desplazarse a escuchar los testimonios, y esto me afecta mucho.
Finalmente, en 2003, Moondog Animation Studios realizó 5 cortos de mis dibujos animados, Willy Gruch, para la televisión, con vistas de venderlo a las grandes cadenas de televisión que tienen el potencial de tocar a millones de personas.
Todo esto le ocurrió a un chico sin talento que seguía a Jesus.
Yo soy solo un chico sencillo, nada especial, pero con un gran Amigo.
Testimonio en íngles,
En frances,
En alemán.
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